Tener un blog requiere mucho trabajo.
Hay que alimentarlo continuamente con nuevos contenidos, estar al día de las actualizaciones de WordPress, mantener la cuenta de alojamiento, moderar los comentarios, responder a los lectores… docenas, quizá cientos, de pequeñas tareas. Además, hay que promocionar y monetizar el blog, lo que supone aún más trabajo.
La gestión es difícil para cualquiera, y cuanto más crece el blog, peor es la situación. Por eso es bueno prepararte de antemano para las eventualidades que tal vez tengas que enfrentar con el blog.
Si te sientes abrumado, una de las preguntas que deberías hacerte es “¿debería subcontratar la gestión de mi blog?”.
Si es la opción adecuada para ti, hay varias formas de hacerlo.
Puedes dividir el trabajo con publicaciones de invitados, tener un equipo responsable por el blog o subcontratar la gestión de tu blog por completo. El método que debes elegir dependerá de un par de factores.
1. Tu relación con tus lectores
Cuando tienes un blog, necesitas construir confianza, vínculos y una relación con tus lectores. A medida que te conocen y te aprecian, tendrán más ganas de leer tu próxima publicación.
Sin embargo, hay un inconveniente: es posible que tus lectores solo quieran leer contenidos tuyos. Si das un paso atrás y empiezas a subcontratar las publicaciones de tu blog, puede que se desanimen.
¿Qué pasará si subcontratas las publicaciones de tu blog? Depende.
Si un bloguero como Dooce o Naomi Dunford decidiera subcontratar la gestión de su blog, sus lectores probablemente se rebelarían. Sus personalidades son una parte tan importante del blog que sería difícil que sus lectores aceptaran a otra persona.
Si tu blog ya es grande y está consolidado en tu sector, y tienes miles de lectores fieles, puede que te resulte difícil subcontratar su gestión. Es muy probable que pierdas algunos lectores si contratas a un equipo para ocuparse del blog o empiezas a añadir publicaciones de autores invitados.
Los fans leerán su trabajo amablemente, pero en realidad es a ti a quien quieren. Llevará tiempo, un buen plan y aguantar las críticas de los lectores hasta que lo acepten.
A nadie le gustan los cambios, pero eventualmente las cosas se ajustarán. Los lectores seguirán contigo, sobre todo si sigues publicando contenidos de calidad, eres activo con publicaciones de vez en cuando y si contratas a un bloguero cuyo estilo y tono coincidan con la personalidad de tu marca. Asegúrate de que el bloguero también ofrezca consejos, información o entretenimiento de calidad similar a los que tú has estado ofreciendo.
Por supuesto, todo esto solo importa si ya tienes una audiencia. ¿Y si estás empezando?
La verdad es que es mucho más fácil. Puedes construir tu blog en torno a la publicación de contenidos increíbles, más que en torno a una personalidad específica. No importa de dónde venga el contenido; mientras sea impresionante, tus lectores estarán contentos. Eso te deja la puerta abierta para contratar a otros autores.
2. ¿Qué tipo de redactor de contenidos necesitas?
No puedes contratar a cualquiera para que escriba en tu blog. Tienes que encontrar un redactor que encaje con la marca de tu empresa, su misión y el nivel de conocimientos que ofrece tu blog. Por supuesto, este redactor también tiene que ser capaz de adaptarse a tus objetivos y generar resultados.
Estas son algunas preguntas que debes plantearte antes de contratar a alguien:
- ¿Tiene el redactor los conocimientos necesarios para el trabajo?
- ¿Cómo es su estilo de redacción y su personalidad?
- ¿Coincide ese estilo con el de tu empresa y marca?
- ¿Cuánto tiempo lleva escribiendo contenidos en línea?
- ¿Tiene resultados probados?
- ¿Qué experiencia y habilidades tiene?
- ¿Puede ayudarte a alcanzar tus objetivos?
(Observa que no he mencionado “¿Cuánto cuesta su trabajo?”. Llegaremos a esto en un momento).
En primer lugar, hay que reconocer que subcontratar la redacción de tu blog se reduce básicamente a confiar a alguien la reputación de tu empresa. No estás simplemente encargando una tarea; estás dando permiso a alguien para que te represente a ti y a tu empresa.
Esto significa que la persona que contrates debe ser capaz de mantener tu credibilidad (o mejorarla), complacer a tus lectores y hacer que hablen y, en general, hacer tu vida mejor y más fácil al liberar tu tiempo y convertirse en un activo para tu blog.
Tips para encontrar redactores externos
- Ponte en contacto con redactores freelance utilizando herramientas como UpWork o Fiverr.
- Únete a grupos de redes sociales dedicados a redactores, como Binders en Facebook (este grupo es solo para mujeres, pero hay otros similares para escritores de todos los géneros).
- Si necesitas que tengan experiencia en el tema, busca personas influyentes en tu sector; fíjate en los ponentes y participantes en conferencias de tu campo, dirígete a miembros de asociaciones profesionales y consulta revistas especializadas.
- Busca redactores con experiencia en un tema específico en LinkedIn.
3. ¿Cómo le remunerarás?
Los buenos escritores no trabajan gratis, pero tampoco quieren siempre solo dinero.
Algunos piden publicidad. Otros quieren un enlace a su blog, derechos de publicación o un acuerdo de permuta.
Antes de contratar a alguien, considera lo que puedes aportar. ¿Puedes generarles tráfico? ¿Aumentar su credibilidad? ¿Mejorar su posicionamiento en los motores de búsqueda? ¿Recomendar sus productos y servicios a tus lectores?
Necesitas tener algo que ofrecer a cambio del trabajo de un redactor (y necesitarás más de 10 dólares y un enlace), así que averigua qué estás dispuesto a dar a cambio de lo que el bloguero te aporta a ti.
En general, cuanto más ofrezcas, más obtendrás.
Si pagas 10 dólares por una entrada de blog sin ofrecer nada más a cambio, lo más probable es que obtengas un titular malo, una gramática descuidada e ideas ordinarias, nada de lo cual contribuirá mucho al desarrollo de tu blog.
En el otro extremo del espectro, algunos blogueros lo harán todo por ti, incluyendo la edición, los ajustes, la obtención de imágenes y la promoción de tu publicación para generar tráfico. Pagarás mucho más, desde unos pocos cientos hasta unos miles de dólares por publicación, pero también obtendrás mucho más por ese dinero.
4. ¿Deberías contratar a un escritor fantasma?
Los escritores fantasma, del inglés ghostwriters, escriben en tu nombre y tú presentas el trabajo como si fuera tuyo. El presidente utiliza escritores fantasma para sus discursos; no hay nada malo en ello.
Pero es una cuestión polémica, sobre todo cuando se trata de escribir en un blog. Algunos creen que es deshonesto.
Otros creen que no hay nada malo en contratar a alguien que te ayude a escribir y a compartir tus conocimientos con tu público. No hay ninguna norma que te obligue a trabajar como un esclavo escribiendo publicaciones si no lo soportas, no tienes tiempo o simplemente no quieres hacerlo.
Aquí hay otro argumento: si tus habilidades de redacción no son adecuadas, podrías estar dañando potencialmente tu credibilidad y tus ventas.
Las personas con un nivel de redacción medio suelen contratar a escritores fantasma que convierten sus notas, archivos de audio, pensamientos y esquemas en grandes artículos. Se utilizan los mismos conocimientos, pero es otra persona la que escribe. A menudo, lo que importa a los lectores son los conocimientos, no quién los pone en palabras.
El ghostwriting puede ser una buena opción para ti si no te gusta pasar tiempo escribiendo, no puedes escribir bien, no estás viendo los resultados que deseas, o necesitas tiempo para desarrollar otras áreas de tu negocio.
5. ¿Qué pasa si no funciona?
Cada vez que haces un cambio en tu negocio, siempre existe el riesgo de que no haya sido la mejor decisión.
Digamos que contratas a un redactor, trabajas con unos cuantos autores invitados o decides contratar a un escritor fantasma. Al cabo de un par de meses, te das cuenta de que no estás obteniendo los resultados que querías; puede que el tráfico haya disminuido, que tu audiencia haya cambiado o que las ventas hayan bajado.
No te asustes, sucede. Lo único que tienes que hacer es adaptarte. A menos que hayas destrozado por completo la reputación de tu empresa, siempre puedes cambiar tu estrategia de contenidos y de tu blog.
Puedes volver a crear las publicaciones tú mismo, contratar a un nuevo redactor con una personalidad diferente, conseguir un escritor fantasma que escriba más publicaciones para ti; lo que sea que funcione.
Conclusión
Como hemos demostrado en este artículo, si te estás preguntando “¿debería subcontratar las publicaciones de mi blog?”, la respuesta es: depende.
Independientemente de lo que decidas sobre la subcontratación de tu blog, nunca estarás atascado y comprometido para siempre. Un blog no es más que una herramienta de marketing con la que puedes jugar y probar, adaptarla a tus necesidades y medir su eficacia a medida que avanzas, como cualquier otra forma de marketing.
Si estás nervioso por empezar o cambiar la estrategia de tu blog, ponte en contacto con nosotros para una consulta. Estamos aquí para ayudarte a tener éxito con tu blog y con el marketing de contenidos en general.